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La conquista de América: origen y evolución por España

julio 1, 2024

La conquista de América es uno de los eventos más trascendentales en la historia de la humanidad. Este acontecimiento, que tuvo lugar en el siglo XV y XVI, marcó un punto de inflexión en la historia mundial y supuso la llegada de Europa al continente americano. En particular, España fue una de las potencias coloniales más importantes en este proceso, logrando un vasto imperio que se extendería desde el sur de lo que hoy es Estados Unidos hasta la Patagonia en Argentina.

En este extenso artículo, exploraremos en detalle el origen y la evolución de la conquista de América por parte de España. Desde los antecedentes históricos que llevaron a este gran viaje, pasando por las figuras clave que protagonizaron esta empresa, hasta las consecuencias que aún se sienten en la actualidad. Acompáñanos en este viaje a través del tiempo y descubre cómo un puñado de expediciones marcaron el destino de dos continentes.

Los antecedentes de la conquista: el contexto histórico del siglo XV

Para comprender la magnitud de la conquista de América por parte de España, es necesario remontarse al siglo XV, un periodo de profundos cambios en Europa. En este siglo, la caída del Imperio Romano de Oriente, el Renacimiento, la expansión del comercio y la exploración marítima fueron algunos de los eventos que sentaron las bases para la posterior expansión europea hacia nuevos territorios.

En este contexto de efervescencia cultural y económica, las potencias europeas buscaban rutas comerciales más directas con Asia, el continente de las especias y la seda. El monopolio veneciano en el Mediterráneo dificultaba el acceso a estas mercancías, lo que incentivó a los navegantes a buscar una ruta alternativa hacia el este.

Los avances en la cartografía y la navegación, así como la difusión de los conocimientos geográficos de la antigüedad, permitieron a los europeos imaginar un mundo más allá de las fronteras conocidas. Fue en este contexto que surgió la idea de llegar a Asia navegando hacia el oeste, una idea que cambiaría para siempre el curso de la historia.

Es así como, en este enrarecido ambiente de exploración y ambición, España se lanzó a la conquista de un continente desconocido, un viaje que cambiaría para siempre su destino y el de las culturas indígenas con las que se encontraría en el Nuevo Mundo.

Los preparativos para la gran expedición: los Reyes Católicos y el contrato con Cristóbal Colón

Tras la unificación de los reinos de Castilla y Aragón bajo los Reyes Católicos, Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, España se encontraba en una posición única para emprender grandes empresas de exploración y expansión. Fue en este contexto que surgió la figura de Cristóbal Colón, un navegante genovés que presentó una arriesgada propuesta a los monarcas.

Colón, convencido de que podía llegar a Asia navegando hacia el oeste, propuso a los Reyes Católicos un contrato en el que se comprometía a encontrar una nueva ruta hacia las Indias. Tras varios años de negociaciones, finalmente en 1492 se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe, que otorgaban a Colón una serie de privilegios y títulos en caso de éxito en su empresa.

El 3 de agosto de 1492, Colón partió del puerto de Palos de la Frontera al mando de tres embarcaciones: la Santa María, la Pinta y la Niña. Después de más de dos meses en alta mar, el 12 de octubre de ese mismo año, la tripulación avistó tierra firme, dando inicio a la conquista y colonización del continente americano por parte de los europeos.

Los Reyes Católicos, conscientes del potencial de estas tierras recién descubiertas, emprendieron una serie de expediciones y empresas colonizadoras que sentarían las bases para la posterior expansión del imperio español en América. Así comenzaba una nueva era para ambas tierras, una era de encuentro y confrontación entre dos mundos hasta entonces separados por miles de kilómetros de océano.

La conquista del imperio azteca: Hernán Cortés y la caída de México-Tenochtitlán

Una de las expediciones más famosas y trascendentales en la historia de la conquista de América fue la llevada a cabo por Hernán Cortés, un conquistador español que se enfrentó al poderoso imperio azteca en lo que hoy es México. Cortés, al mando de un reducido contingente de soldados y aliados indígenas, logró poner en jaque a un imperio que parecía invencible.

Tras desembarcar en las costas de Veracruz en 1519, Cortés emprendió una campaña militar y diplomática que lo llevó hasta la mismísima capital azteca, México-Tenochtitlán. Con astucia y ferocidad, Cortés logró aliarse con pueblos sometidos por los aztecas y con su ayuda sitiaron la ciudad lacustre, que finalmente cayó en manos de los españoles en 1521.

La caída de México-Tenochtitlán marcó el inicio de la colonización española en Mesoamérica y el sometimiento de un vasto territorio bajo el yugo europeo. La llegada de los conquistadores trajo consigo la imposición de un nuevo orden político, social y cultural, que transformó radicalmente la vida de las poblaciones indígenas de la región.

Hernán Cortés, convertido en una figura legendaria tanto en España como en América, se erigió como el conquistador por excelencia y sus acciones sentaron un precedente para las futuras expediciones y conquistas en el continente. La caída de México-Tenochtitlán no solo significó el fin de un imperio, sino también el comienzo de una nueva era en la historia de América.

La conquista del imperio inca: Francisco Pizarro y la capitulación de Cuzco

Mientras Hernán Cortés consolidaba su dominio en Mesoamérica, otro conquistador español se abría paso en los Andes en busca del fabuloso imperio inca. Francisco Pizarro, un antiguo socio de Cortés, emprendió una expedición hacia el sur que culminaría en la conquista del imperio más extenso de América del Sur.

En 1532, Pizarro y sus hombres se encontraron con el emperador inca Atahualpa en la ciudad de Cajamarca, donde lo capturaron y luego ejecutaron. Este hecho desestabilizó el imperio inca y permitió a los españoles avanzar hacia la capital, Cuzco, que finalmente fue tomada en 1533. Con la capitulación de Cuzco, se puso fin al imperio inca y se abrió paso a la colonización española en los Andes.

La conquista del imperio inca significó la incorporación de vastos territorios al dominio español y la explotación de sus recursos naturales. Las minas de plata y oro de la región se convirtieron en una fuente inagotable de riqueza para la corona española, que financió su expansión en el continente con los tesoros extraídos de estas tierras.

Francisco Pizarro, al igual que Hernán Cortés, se convirtió en una figura controvertida en la historia de la conquista, con defensores y detractores de sus métodos y acciones. Sin embargo, su legado perdura en la memoria de los pueblos andinos, que aún conservan vestigios de aquellos tiempos de conquista y colonización.

La colonización española en América: impacto y consecuencias

La conquista de América por parte de España no solo significó la llegada de los europeos a un nuevo continente, sino también la imposición de un nuevo orden político, económico y social en las tierras conquistadas. La colonización española transformó radicalmente las estructuras y las culturas de los pueblos indígenas, dando lugar a un mestizaje que perdura hasta nuestros días.

La llegada de los europeos trajo consigo enfermedades desconocidas para los nativos, que diezmaron a gran parte de la población indígena. La explotación de los recursos naturales, la imposición de la religión católica y la redistribución de las tierras fueron solo algunas de las consecuencias de la conquista para las poblaciones autóctonas.

La creación de virreinatos y audiencias, la fundación de ciudades y la construcción de iglesias y monasterios fueron algunas de las acciones emprendidas por los españoles para afianzar su dominio en América. La administración colonial impuso un sistema de gobierno centralizado que respondía directamente a la corona y que controlaba todos los aspectos de la vida en las colonias.

Con el tiempo, las colonias españolas se convirtieron en sociedades mestizas, donde las tradiciones europeas se mezclaron con las indígenas para crear una nueva identidad cultural. La influencia española se plasmó en la arquitectura, la gastronomía, la música y las costumbres de los pueblos americanos, creando una rica herencia que perdura en la actualidad.

La resistencia indígena y la lucha por la independencia

A pesar de la imposición del dominio español, las poblaciones indígenas de América no permanecieron pasivas frente a la conquista. Desde los primeros contactos con los europeos, surgieron movimientos de resistencia y rebelión que desafiaron el poder colonial y lucharon por la libertad y la autonomía de los pueblos originarios.

La resistencia indígena se manifestó en diversas formas, desde las revueltas armadas hasta las rebeliones pacíficas y la preservación de las tradiciones y creencias ancestrales. Líderes como el cacique mexica Cuauhtémoc, la líder inca Manuela Yupanqui y el jefe mapuche Lautaro se convirtieron en símbolos de la resistencia indígena y en ejemplos de la lucha por la libertad en un mundo dominado por los europeos.

La resistencia no se limitó solo a los primeros años de la conquista, sino que perduró a lo largo de los siglos de dominio español en América. Movimientos como la Rebelión de Túpac Amaru en el siglo XVIII y la Revolución de Independencia en el siglo XIX fueron expresiones de la lucha de los pueblos americanos por su independencia y su derecho a la autodeterminación.

Finalmente, en el siglo XIX, la mayoría de las colonias españolas en América lograron independizarse y establecerse como naciones independientes. Este proceso, conocido como la emancipación de América, marcó el fin del dominio español en el continente y el inicio de una nueva etapa en la historia de estos países, que buscaban forjar su propio destino y construir un futuro alejado de los viejos lazos coloniales.

Conclusiones

La conquista de América por parte de España fue un acontecimiento de proporciones épicas que cambió para siempre el curso de la historia mundial. Desde los primeros contactos entre europeos e indígenas hasta la creación de vastos imperios coloniales, este proceso dejó una profunda huella en la identidad y la cultura de los pueblos del continente americano.

La conquista no solo significó la llegada de una nueva civilización a un mundo hasta entonces desconocido, sino también la imposición de un sistema político, social y económico que transformó radicalmente las estructuras y las relaciones entre los habitantes de América. La colonización española dejó un legado de mestizaje, sincretismo y resistencia que sigue vivo en las tradiciones y en la memoria de los pueblos americanos.

En la actualidad, la conquista de América por parte de España sigue siendo objeto de debate y reflexión, tanto en los ámbitos académicos como en la sociedad en general. La exploración, la conquista y la colonización son temas complejos que nos invitan a reflexionar sobre la naturaleza humana, la diversidad cultural y la interacción entre diferentes pueblos y civilizaciones.

Por tanto, es nuestro deber estudiar y comprender este periodo crucial de la historia de la humanidad, para aprender de los aciertos y errores del pasado y construir un futuro más justo, igualitario y respetuoso con la diversidad de culturas y el legado de nuestros antepasados. La conquista de América por parte de España es un capítulo fundamental en esta historia compartida, que nos invita a reflexionar sobre nuestro pasado y a imaginar un futuro en el que la convivencia y el respeto mutuo sean los pilares de una sociedad más justa y solidaria.