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Atracciones turísticas populares a evitar por aglomeraciones

septiembre 3, 2024

En la actualidad, viajar se ha convertido en una de las actividades más cotidianas y populares en la vida de las personas. Sin embargo, existen lugares turísticos que, debido a su renombre y popularidad, suelen estar abarrotados de visitantes en todo momento, lo que puede afectar negativamente la experiencia de los viajeros. Es por ello que en este extenso artículo profundizaremos en algunas de las atracciones turísticas más populares a nivel mundial que deberíamos considerar evitar si queremos disfrutar de un viaje más tranquilo y auténtico.

Con la masificación del turismo, muchos destinos emblemáticos se han visto sobrepasados por la afluencia masiva de visitantes, lo que ha provocado problemas como largas colas, saturación de servicios e impacto negativo en el medio ambiente y la cultura local. Por lo tanto, es importante explorar alternativas menos conocidas pero igualmente fascinantes para disfrutar de experiencias únicas y enriquecedoras durante nuestros viajes.

1. La gran muralla china: una maravilla atestada de turistas

La Gran Muralla China es uno de los monumentos más icónicos y visitados del mundo, con una extensión de más de 21,000 kilómetros que atraviesa paisajes impresionantes. Sin embargo, la gran afluencia de turistas ha generado aglomeraciones insoportables en ciertos tramos, especialmente en aquellos más cercanos a Pekín, como Badaling y Mutianyu.

Si buscas evitar multitudes y disfrutar de una experiencia más auténtica, te recomendamos explorar tramos más remotos y menos concurridos de la muralla, como Jinshanling o Jiankou. Estas secciones menos conocidas ofrecen vistas espectaculares y la oportunidad de caminar por la muralla prácticamente en solitario, permitiéndote apreciar la grandeza de esta obra milenaria sin distracciones.

1.1. Jinshanling: un tramo tranquilo y pintoresco

Jinshanling es uno de los tramos mejor conservados y menos visitados de la Gran Muralla China, ubicado a unas tres horas en coche de Pekín. Aquí, los viajeros pueden disfrutar de la majestuosidad de la muralla en un entorno tranquilo y pintoresco, lejos de las hordas de turistas que suelen abarrotar otros sectores más populares.

Además de ofrecer vistas impresionantes, Jinshanling cuenta con senderos para caminatas que permiten explorar la muralla a tu propio ritmo, sin las distracciones y aglomeraciones que caracterizan a otros tramos más concurridos. También es posible alojarse en hostales locales para vivir una experiencia más auténtica y relacionarse con la comunidad cercana.

1.2. Jiankou: la sección más salvaje y auténtica

Conocida por su apariencia salvaje y sin restaurar, la sección de Jiankou es una de las más auténticas y desafiantes de la Gran Muralla China. A pesar de su estado deteriorado, esta sección ofrece a los viajeros una experiencia única y emocionante, lejos de las multitudes y las zonas restauradas para el turismo masivo.

Caminar por Jiankou es como retroceder en el tiempo y explorar la muralla tal como se encontraba siglos atrás, con su arquitectura original y rodeada de naturaleza virgen. Aunque el acceso puede ser más complicado y requiere una buena condición física, la recompensa de disfrutar de un entorno natural intacto y poco explorado vale la pena para aquellos que buscan una experiencia alejada de las multitudes.

2. Times Square en Nueva York: luces y multitudes interminables

Times Square, conocida como “La encrucijada del mundo”, es uno de los lugares más visitados por turistas en Nueva York, famosa por sus brillantes luces, gigantescos carteles publicitarios y una energía vibrante que la convierten en un ícono de la ciudad. Sin embargo, la masificación de visitantes en este cruce de calles puede resultar abrumadora y agotadora para aquellos que buscan disfrutar de una experiencia más tranquila y auténtica en la Gran Manzana.

Si deseas evitar las multitudes y experimentar la esencia de Nueva York de una manera más relajada, te recomendamos explorar barrios menos concurridos pero igualmente fascinantes, como el encantador Greenwich Village, el bohemio East Village o el histórico Harlem. Estas áreas ofrecen una auténtica experiencia neoyorquina, alejada del bullicio de Times Square y con una amplia variedad de opciones gastronómicas, culturales y de entretenimiento.

2.1. Greenwich Village: el encanto bohemio de Manhattan

Con sus calles arboladas, edificios de ladrillo rojo y ambiente relajado, Greenwich Village es uno de los barrios más pintorescos y con más historia de Manhattan. Conocido por haber sido hogar de artistas, escritores y músicos famosos, esta zona conserva su espíritu bohemio en sus cafés, tiendas vintage y emblemáticos locales de jazz.

Explorar Greenwich Village es sumergirse en la Nueva York creativa y alternativa, donde cada esquina cuenta una historia y cada edificio tiene un encanto único. Pasear por Washington Square Park, visitar la famosa librería de Strand o disfrutar de la auténtica cocina italiana en restaurantes tradicionales son solo algunas de las actividades que puedes disfrutar en este rincón histórico de la ciudad.

2.2. Harlem: la cuna del jazz y la cultura afroamericana

Conocido por su rica historia cultural y su vibrante escena musical, Harlem es uno de los barrios más emblemáticos de Nueva York y un destino imprescindible para los amantes del jazz, el soul y la cultura afroamericana. Aquí, los viajeros pueden disfrutar de conciertos en vivo, visitar museos dedicados a la historia del barrio y degustar deliciosa comida soul en sus famosos restaurantes.

Explorar Harlem es adentrarse en la Nueva York multicultural y vibrante, donde la música, el arte y la historia se entrelazan para ofrecer una experiencia única y enriquecedora. Desde el mítico Teatro Apollo hasta las casas de artistas como Langston Hughes y Duke Ellington, cada rincón de Harlem respira la esencia de una comunidad orgullosa de su legado cultural.

3. El Coliseo Romano: una joya histórica rodeada de multitudes

El Coliseo Romano, uno de los mayores símbolos de la antigua Roma y uno de los monumentos más visitados de Italia, atrae a millones de turistas cada año que desean maravillarse con su imponente arquitectura y su fascinante historia. Sin embargo, la masificación de visitantes ha convertido este emblemático sitio en un lugar concurrido y a menudo caótico, donde las largas colas y la saturación de grupos turísticos pueden afectar la experiencia de los viajeros.

Para quienes buscan explorar la historia romana de una manera más tranquila y auténtica, existen alternativas menos conocidas pero igualmente fascinantes en las cercanías de la ciudad eterna. Lugares como Ostia Antica, Tivoli o la Via Apia ofrecen la oportunidad de sumergirse en la Roma antigua lejos de las multitudes y con la posibilidad de explorar ruinas impresionantes y paisajes únicos.

3.1. Ostia Antica: la Roma antigua en un entorno menos concurrido

Ubicada a pocos kilómetros de Roma, Ostia Antica fue en su época el puerto principal de la antigua Roma y actualmente es un sitio arqueológico impresionante que recibe menos visitantes que el Coliseo. Aquí, los viajeros pueden recorrer calles empedradas, templos, termas y teatros en un entorno tranquilo y bien conservado, que permite imaginar cómo era la vida en la Roma antigua.

Explorar Ostia Antica es adentrarse en la historia de la antigua Roma de una manera más íntima y relajada, lejos de las multitudes y las prisas. Además, este sitio arqueológico ofrece la posibilidad de realizar visitas guiadas especializadas para comprender en detalle la importancia de cada ruina y su papel en la sociedad romana.

3.2. Tivoli: villas históricas y jardines renacentistas

Situada en las colinas cercanas a Roma, Tívoli es una encantadora localidad conocida por albergar dos joyas del Renacimiento italiano: la Villa d’Este y la Villa Adriana. Estos impresionantes complejos arquitectónicos, rodeados de exuberantes jardines y fuentes, ofrecen a los visitantes la oportunidad de explorar la opulencia y el esplendor de la época renacentista en un entorno tranquilo y menos concurrido que el centro de la ciudad.

Visitar Tívoli es sumergirse en la historia del arte y la arquitectura, pasear por magníficos jardines y maravillarse con las fuentes ornamentales que decoran las villas. Además, la tranquilidad y belleza de este destino lo convierten en el lugar perfecto para escapar del bullicio de la ciudad y disfrutar de un día de paz y cultura en un entorno natural impresionante.

4. La Plaza Roja de Moscú: historia y arquitectura en medio de multitudes

La Plaza Roja de Moscú es uno de los lugares más emblemáticos de Rusia, famosa por su impresionante arquitectura y su importancia histórica como escenario de eventos trascendentales. Sin embargo, la afluencia masiva de turistas y la presencia de vendedores ambulantes y artistas callejeros pueden restarle encanto a este icónico lugar, convirtiéndolo en un punto de encuentro abarrotado y bullicioso.

Para aquellos que desean explorar la historia y la cultura rusas de una manera más auténtica y tranquila, existen otros lugares en Moscú que ofrecen experiencias igualmente enriquecedoras y menos concurridas. Barrios como Zamoskvorechye, Izmailovo o Kuzminki permiten a los viajeros adentrarse en la vida cotidiana de la ciudad, descubrir rincones históricos y disfrutar de la auténtica gastronomía rusa lejos de las aglomeraciones turísticas.

4.1. Zamoskvorechye: arte, historia y tradición rusa

Situado al sur del río Moscova, Zamoskvorechye es un barrio tradicional de Moscú que alberga una gran cantidad de iglesias ortodoxas, edificios históricos y museos de arte. Con calles empedradas y plazas pintorescas, este barrio invita a los viajeros a explorar la historia y la cultura rusas en un ambiente tranquilo y auténtico, lejos del bullicio de la Plaza Roja.

Descubrir Zamoskvorechye es sumergirse en la Moscú más tradicional y conservada, donde cada edificio cuenta una historia y cada esquina revela detalles arquitectónicos únicos. Visitar la iglesia de San Clemente, recorrer las galerías de arte locales o disfrutar de un café en una acogedora cafetería son solo algunas de las actividades que puedes disfrutar en este pintoresco barrio.

4.2. Izmailovo: artesanía, historia y folclore ruso

Conocido por su famoso mercado de arte y artesanía, Izmailovo es un barrio colorido y lleno de vida situado al noreste de Moscú. Aquí, los viajeros pueden explorar puestos de souvenirs, talleres de artesanos locales y réplicas de antiguas construcciones rusas, todo en un ambiente animado y festivo que refleja la rica tradición cultural del país.

Visitar Izmailovo es sumergirse en el folclore ruso y la artesanía tradicional, donde cada pieza cuenta una historia y cada artesano comparte su pasión por las técnicas ancestrales. Además de recorrer el mercado de suvenires, los viajeros pueden disfrutar de actuaciones folclóricas, degustar platos típicos en restaurantes tradicionales y aprender sobre la historia y el arte rusos en los museos locales.

5. La Fontana di Trevi en Roma: aglomeraciones en torno a una fuente icónica

La Fontana di Trevi, una de las fuentes más famosas y visitadas del mundo, es un ícono de la ciudad de Roma y un lugar de obligada parada para turistas de todo el mundo que desean lanzar una moneda y pedir un deseo. Sin embargo, la masificación de visitantes en torno a esta fuente puede hacer que la experiencia se vea empañada por las largas colas, los empujones y la dificultad para apreciar la belleza del lugar en su esplendor.

Para aquellos que buscan disfrutar de la magia de Roma de una manera más tranquila y auténtica, existen otras fuentes y plazas en la ciudad eterna que ofrecen experiencias igualmente encantadoras pero menos concurridas. Lugares como la Plaza de Santa María en Trastevere, la Fuente de las Tortugas en el Barrio Judío o la Plaza de España al atardecer permiten a los viajeros disfrutar de la belleza de las fuentes romanas en un entorno más relajado y menos abarrotado.

5.1. Plaza de Santa María en Trastevere: encanto bohemio y ambiente auténtico

Situada en el animado barrio de Trastevere, la Plaza de Santa María es un lugar popular entre los lugareños y los visitantes que desean disfrutar de la auténtica vida romana lejos de las multitudes turísticas. Con su iglesia homónima, sus cafés al aire libre y su ambiente bohemio, esta plaza invita a los viajeros a relajarse, disfrutar de la arquitectura medieval y observar la vida cotidiana de la ciudad.

Pasear por la Plaza de Santa María es sumergirse en la atmósfera animada y pintoresca de Trastevere, donde cada rincón esconde rincones encantadores y sorpresas arquitectónicas. Degustar deliciosa comida italiana en los restaurantes locales, explorar las callejuelas empedradas del barrio y disfrutar de las vistas panorámicas desde la iglesia son algunas de las actividades que pueden disfrutarse en este pintoresco rincón de Roma.

5.2. Fuente de las Tortugas en el Barrio Judío: historia y belleza en una plaza tranquila

Situada en el corazón del Barrio Judío de Roma, la Fuente de las Tortugas es un pequeño pero encantador rincón que ofrece a los visitantes la oportunidad de disfrutar de la belleza de las fuentes romanas en un entorno tranquilo y menos concurrido. Con sus esculturas de tortugas y sus jardines cuidados, esta fuente invita a la reflexión y la contemplación en medio de la bulliciosa ciudad.

Visitar la Fuente de las Tortugas es adentrarse en la historia y la cultura del Barrio Judío de Roma, descubrir rincones ocultos y disfrutar de la tranquilidad de una plaza histórica. Además de admirar la belleza de la fuente, los viajeros pueden explorar las estrechas calles del barrio, visitar la sinagoga y degustar delicias culinarias en los restaurantes tradicionales cercanos.

6. Conclusión

Existen numerosas atracciones turísticas populares en todo el mundo que, debido a la gran afluencia de visitantes, pueden resultar agobiantes y caóticas para aquellos que buscan disfrutar de un viaje tranquilo y auténtico. Sin embargo, explorar lugares menos conocidos pero igualmente fascinantes nos permite sumergirnos en la cultura local, disfrutar de experiencias enriquecedoras y escapar del turismo masivo.

Al elegir destinos alternativos y recorrer rincones menos explorados, podemos descubrir la verdadera esencia de un lugar, interactuar con sus habitantes y apreciar su patrimonio cultural de una manera más íntima y significativa. Viajar no se trata solo de marcar casillas en una lista de lugares famosos